miércoles, 12 de enero de 2011

Un recuerdo constante y una sola realidad

Mientras me pintaba en el espejo gigante que había en el living room, entro Nicolás sin hacer ruido, no tuvo mejor idea que decirme:
-Kim –
Grité y tumbe mi estuche, el florero que estaba a mi lado, me manche el rostro con rímel, mi celular cayó al suelo y se partió en 2, solo faltaba que el espejo se me caiga encima y me aplaste por completo.
-Perdón, no quise asustarte – dijo mientras me ayudaba a recoger las cosas
-No, no hay problema –
Me levante y dije:
-Algún día te voy a asustar –
-¿Sos vengativa? –
-No -
Comenzamos a reír y el dijo:
-Voy a cuidar mi espalda –
-Más te vale -
-Te dije Kimberly que no utilices el living room para maquillarte, pero nunca me haces caso – dijo mi nana interviniendo en ese pequeño acto de generosidad
-¿Siempre es así? – pregunto Nick
-¡Siempre! –
-¡Nana! –
-¿Qué?, solo le digo la verdad – dijo ella
-Tranquila – dijo Nick sonriendo
-El desayuno está servido – dijo mi nana saliendo se la sala
-¿Vamos? – pregunto Nick
-Vamos –
Ese día desayune con ellos, cosa que nunca hacia, desayunar con mis padres, luego me fui a mis clases de voleibol, fui al gimnasio y  llegue a mi casa exhausta, estaba muerta del cansancio, me di un baño de burbujas para poder relajarme un poco y me aliste para ir a la casa de Nat. Mientras bajaba las escaleras la puerta de la entrada sonó, fui a ver quién era y resulto ser una amiga mía, que venía con un chisme acerca de Ryan.
-Ryan mientras que estaba con vos, estaba con Carolina, te lo digo porque sos buena amiga… -
La mire como si le estuviera prestando atención pero en realidad solo pensaba: ¿WTF?
Termino de hablar y busque una escusa barata para que ella se fuera de mi casa y así dejaba de escuchar esa voz insoportable y su “porque soy buena amiga”, ¿por qué tienen que restregarte en la cara que están haciendo el papel de amigas cuando en realidad solo te dicen una mala noticia por puro placer?
Respire y antes de sacar mis propias conclusiones y hacerme la película en mi mente decidí irme a la casa de Ryan.
Toque el timbre y la sirvienta me reconoció, me dejo entrar y me dijo que Ryan estaba en el playroom, yo ingenuamente subí y dije:
-Ryan, ¿Dónde estás? -
-¿Kim? –
-Sí, ¿Dónde estás? –
-Espérame donde estés –
Escuche la voz de una mujer y luego la de Ryan, me quedé esperando en el pasillo y luego Ryan camino hacia mí, lo miré y dije:
-Lamento interrumpirlos, no debí venir –
-No, no, si, no hay nadie, no nos interrumpiste –
-Ryan te estás contradiciendo –
Ryan me miro y bajo la mirada, lo mire con odio y baje las escaleras, camine hasta la puerta principal y me detuve a pensar ¿Por qué no me siguió?, ¿Por qué no me dijo nada?, ¿Por qué no hizo algo? Si hubiera hecho o dicho algo, me hubiera sentido menos estúpida en ese momento. Espere unos segundos en las escaleras pero él nunca bajo.
Continúe caminando, caminando y caminando, llegue a la esquina y al escuchar una alarma reaccione, comencé a llorar en silencio mientras los autos avanzaban, mientras todo seguía su curso mientras yo seguía perdida. Me senté en esa maldita esquina a llorar, a llorar de rabia, a llorar porque sentía un dolor que no sabía identificar, sentía ira, y sentía un vacio dentro mío; todo por ese par de segundos, esos segundos que echaron a perder los pocos sentimientos que me quedaban hacia él.
-¿Kimberly? –
Levante la mirada y Nick estaba parado delante de mí,  me levante y dije avergonzada:
-Lo siento, que vergüenza que me veas así, en estas condiciones –
-No, ¿Qué paso?, no importa – dijo abrazándome
-¿Por qué los hombres son tan idiotas? – pregunte llorando
-Porque somos animales – dijo intentando hacerme reír
-Exacto –
-¿Qué paso? – pregunto y luego me di un abrazo
-¿Por qué estás aquí? – pregunte obviando su pregunta por qué no quería decirle: ¿Sabes que soy una imbécil?
-Deje a un amigo que vive a media cuadra de aquí, al hermano de Ryan –
-¿Sos amigo del hermano de ese pelotudo? –
-Sí, lo conocí en Londres, ¿Ryan?, ¿Esas lágrimas son por Ryan? –
Lo mire en silencio, di unos pasos y dije:
-¿Me podes llevar a mi casa? –
-Vamos –
Todo el camino le oculte la razón por la que me había encontrado llorando, no quería decirle “Mi ex novio estuvo con otra mientras estaba con migo, soy una estúpida”, por suerte Nicolás se dio cuenta que yo no estaba en condiciones para revivir ese pequeño momento incomodo, así que dejo de insistir con el tema y en lugar de seguir preguntando me hizo reír y me hizo olvidar de lo que había pasado, me hizo olvidarme de las ganas que tenia de matar a ese engendro de la vida.
-Gracias por todo Nick – dije mientras Nick apagaba el motor
-No hay problema, no te pongas así por ese idiota, no vale la pena –
-Te voy a hacer caso – dije sonriendo
-Así es, sonríe y recuerda que todo sucede por alguna razón –
-¿Aparte de psicólogo sos filosofo no?– pregunte cerrando la puerta
Ese pequeño concejo me tuvo reflexionando todo el día, ¿Si todo sucede por algo, por alguna razón me encontré con Nicolás?, ¿Por alguna razón Ryan me fue infiel todo el tiempo?, ¿Por alguna razón sentía algo cada vez que estaba con Nicolás? ¿Por alguna razón?, ahora que me doy cuenta que es así, agradezco que Ryan haya hecho lo que hizo ese día, ahora sé que por alguna razón vino la “chismosa a mi casa”, se que por alguna razón me arme de valor y fui a la casa de Ryan, por alguna razón sentí un nudo en la garganta, ese vacío que me impidió caminar, por alguna razón me senté en la acera a llorar como María Magdalena, por alguna razón Nicolás miro hacia esa esquina y se dio cuenta que yo estaba ahí llorando por algo, por alguna razón detuvo y me abrazo, tratando de consolarme.
Por alguna razón paso todo eso…
Luego me puse a pensar ¿Si todo sucede por algo, por algo mis hermanos se fueron a Inglaterra? ¿Por algo Naomi se volvió alcohólica? ¿Por algo mi familia se rompió? ¿Por algo todos en lugar de solucionar los problemas decidieron taparlos y hacer como si nada hubiera ocurrido? ¿Por algo?
Días después de ese encuentro, llegue del colegio y me dirigí al escritorio en busca de mi billetera, luego me di cuenta que en el comedor estaban mis padres, la mamá de Nicolás, su nuevo novio, Nicolás y Andrew.
-Buenas tardes – dije mientras entraba a la sala
-¿Vas a almorzar? – pregunto mi madre
-No, no tengo tiempo, pero de todos modos gracias – dije mientras miraba a Nicolás sonriendo
-¿Tiempo?, ¿Trabajas linda? Siempre andas de aquí para allá – pregunto la mamá de Nicolás
-No Rebeca, mi madre no me permite trabajar –
-¿Cómo va a trabajar esa criatura? – dijo el novio de Rebeca
-Kimberly practica voleibol, y de noches trabaja de mesera – dijo mi papa
-Qué gracioso, ni digas esas barbaridades – dijo mi madre
Todos comenzaron a reír y yo dije:
-Me voy a cambiar, permiso –
Subí corriendo, porque ya estaba atrasada, me cambie y baje las gradas, llamé a Caleb pero no me contesto; Salí de mi casa y Caleb me llamo diciendo que no podría recogerme. Me apoye en el árbol que estaba afuera de mi casa y a los segundos Nicolás salió hablando por teléfono, lo mire detenidamente mientras el subía a su convertible negro.
-¿Kim, no te ibas? – pregunto al verme parada ahí
-Sí, pero me iban a recoger, pero ya no van a poder –
-¿Te llevo? –
-¿No sería una molestia? –
-No, nada que ver –
-Gracias –  respondí
-¿En el gimnasio cerca del parque central? –
-Ahí mismo – conteste mientras me ponía el cinturón
-¿Te compraste tu vagoneta? –
-No, me compre una moto –
-¿Moto? ¿Te gusta el motocross? –
-Sí, solo que no tenía una moto y se me ocurrió comprarme una así podía correr de vez en cuando –
-Que interesante, mi mejor amigo está obsesionado con el motocross –
-¿Quién, el hijo del doctor de tu madre? –
-Si, Caleb –
-Lo conozco, es muy bueno, su papa también corre, ¿no? –
-Sí, es de familia – respondí mientras él me miraba sonriendo
-¿Seguís practicando boxeo? – pregunte
-Sí, de vez en cuando, cuando tengo tiempo porque paro viajando y además la universidad me quita mi tiempo libre –
-¿Por cuánto tiempo te quedas? –
-No es nada seguro pero tal vez me quede hasta principios de noviembre –
-¿Entonces vas a estar para mi cumpleaños? –
-Halloween –
-¡Te acordaste! –
-Siempre me acuerdo – respondió
-¿Cumplís 16? – pregunto
-Sí, seguro me vas a decir que no luzco como alguien de 16 –
-Me leíste el pensamiento –
-Siempre dicen lo mismo –
-Pareces mayor, como de 18, 19 –
-Eso piensas hasta que abro la boca –
-No, diría que no  te comportas como una universitaria, diría que sos mucho mejor –
-¿Es un cumplido? –
-Algo así – dijo riendo
Mi celular comenzó a sonar y vi en mi pantalla: “No contestar” eso significaba que era Ryan o alguien de mi lista negra.
-¿No vas a contestar? –
-No, es un mensaje – conteste cortando la llamada
-Vos tampoco pareces de 23 – dije guardando mi celular
-¿Soy muy sexy? –
-No te creas la gran cosa solo por que seas lindo  – dije y luego comencé a reír tratando de disimular esas palabras que se me habían salido sin querer.
-Qué vergüenza – pensé mientras Nicolás reía con migo
-Espero que sea un cumplido y no te estés burlando de mi – dijo mirándome
Llegamos al gym, y dije:
-Otra vez, gracias –
-No hay problema – respondió sonriendo
Me baje del convertible y camine sonriendo, escuche que prendió el motor y se fue, me di la vuelta y lo seguí con la mirada mientras su auto se perdía al final de la calle. Ese día Nicolás no salió de mi mente ni por un segundo, todo me hacia recuerdo a él, los gritos de mi entrenador, las risas de mis amigas cuando yo reía sin ninguna razón, según ellas, pero en realidad era porque me acordaba de los chistes de Nicolás, miraba a los novios de las jugadoras sentados en una esquina marginados por el coach “para que no causen ningún inconveniente” según él.
Todo era Nicolás, hasta el aire que respiraba me hacia acuerdo de su sonrisa, su voz de su presencia. Pasaron los días y llego por fin Agosto, el mes de las sorpresas según mi nana.
El 10 de agosto tuve un quinceañero, la hija del socio de mi padre cumplía 15, fue “el quince” de ese mes, ella me había puesto con Ryan de pareja para bailar el vals, ¿No era obvio que yo y Ryan solo por la costumbre nos saludábamos?
2 días antes del quince, Ryan se fracturo el brazo por intentar hacer una acrobacia en la moto de Caleb. ¡Aparte de mentiroso era un imbécil! Cuando supe la noticia lo único que pude decir fue: Karma
Llegue a mi casa echa un saco de rabia, subí a mi cuarto y rompí una foto que tenia con Ryan, (como si cortarle la cara fuera la solución de todo), saque el vestido rosado que tenía guardado en mi closet, fui a la sala, me lo puse y me pare frente al espejo a continuar torturándome. El vestido parecía de una muñeca, bueno era idéntico al de una muñeca, ya que ese era el tema de la fiesta. Me mire al espejo y comencé a llorar.
-¡Te odio! – grite tirando la caja de mis tacones
Me levante y comencé a patear la caja imaginándome que era la cara de Ryan, la pateaba con todas mis fuerzas mientras gritaba:
-¡Por qué no te mataste! –
-¿Kim? – pregunto Nicolás apoyándose en la puerta
-Nick – dije y comencé a reír
-Creo que la caja ya está muerta –
Mire la caja y si, estaba muerta por que estaba destrozada, comencé a reír y me limpie las lágrimas con un pañuelo, me senté en el sofá y Nick pregunto:
-¿Qué ocurre? –
-¿Por qué siempre me ves llorando? – pregunte
-Porque… no tengo idea –
-Andrew esta bañándose hace oras –
-Nunca entiendo porque me dice apúrate y siempre llego y nunca esta, o se está cambiando o recién esta cambiándose –
-Cada vez enloquece más – dije sacándome los tacones
-¿Ese imbécil te hizo algo de nuevo? –
-Sí, es una larga historia –
-Tengo mucho tiempo – dijo riendo y los dos nos dimos cuenta que hasta que Andrew termine de alistarse el mundo daba 500 vueltas
-¿Hasta qué Andrew salga? – pregunte riendo
-Si – contesto Nick sentándose en el sofá
Lo mire y dije:
-Si me pongo a llorar, me ignoras ok? –
-Dale – dije riendo
-Ryan se fracturo el brazo por idiota y éramos pareja en unos quince, ¿Sabes que es quince? –
-¡No soy tan viejo! –
Comenzamos a reír y dije:
-Lo siento, obviemos eso, la cosa es que ahora no tengo pareja y me quede con este vestido y no sé que voy a hacer y no sé de dónde voy a sacar en 2 días alguien que sepa bailar vals y este libre para ser mi pareja, porque los que quieren ser no saben mover los pies y va a ser un  completo desastre –
-¿Es dentro de dos días, no? –
-Sí, falta poco, eso es lo peor de todo –
-Si quieres yo te puedo ayudar –
-¿En serio? –
-Sí, puedo ser tú pareja esa noche –
-¿Si?, ¡gracias Nick te debo la vida! – dije mientras lo abrazaba
-No hay de que, contar de verte feliz hago lo que sea –
Lo mire a los ojos y dije:
-Sos tan tierno –
-¡Nick! – grito Andrew cortando ese “momento mágico”
-¡Aquí estoy! –
-¿Vamos?, ¿Kim por que estas vestida así? – pregunto Andrew
-Una larga historia – respondí sonriendo
Sin perder un segundo, llame a Lauren y fuimos a reservar nuestro cupo en el salón de belleza más cotizado de la ciudad, fuimos al spa y nos pusimos al día.  Me conto como estaba su relación con Stefan y con sus padres, unos controladores maniáticos.
En el camino nos encontramos con unos amigos, nos quedamos charlando con ellos en el café que estaba cerca del estudio fotográfico de la hermana de Lauren. Uno de ellos me invito a salir, me pidió mi número y me dijo que esperaba poder verme en la fiesta, pero luego me vio con Nick y no tuvo el valor de saludarme.
Llegamos a mi casa y fuimos a la casa de huéspedes, subimos al techo y nos sentamos a comer fresas mientras mirábamos las estrellas.
-Si saco mis propias conclusiones, cuando te pedía tu numero vos pensabas en Nicolás, ¿no? –
Mire a Lauren y comencé a reír, comencé a comer más fresas para tener la boca llena y así no poder responderle.
-Sos una perra, ¡respóndeme!, ¿viste?, ¡Te gusta Nicolás! -
Termine de comer y comencé a reír sin parar, Lauren me siguió en mi juego y me dijo:
-No te culpo, Nicolás es muy bello –
-Sí, es tan lindo –
-Tus ojos están brillando – dijo Lauren
-Estás loca – respondí
-¡Sí!, tu mirada se ilumina cada vez que hablas de el –
-Deja de alucinar y cambiemos de tema –
-Tu punto débil, tu punto débil, ¡tu punto débil! –
-¡Matate! – grite  y a los pocos segundos Lauren tuvo la idea de saltar al suelo, saltó y mi cuerpo se quedo en estado de shock
-¡Mentira! – grite asustada mientras ella estaba tirada en el suelo
Me baje con cuidado y le di la vuelta, y la “muy graciosa” comenzó a reír como una gran estúpida, como una gran ridícula que hizo que mi corazón se detenga pensando que estaba muerta.
-¡Te odio! – grite mientras ella se levantaba
-¡Admití que soy buena actriz! –
-Actriz porno serás –
-Ya quisieras gata – dijo Lauren mientras me tiraba las ultimas fresas
Comenzamos a correr por toda la casa de huéspedes hasta que entro mi nana y nos boto de ahí, porque estábamos haciendo un desastre total.
Luego de alzar todas las fresas del suelo, nos sentamos al borde de la pileta y nos quedamos hablando hasta el amanecer. Al día siguiente no fuimos al colegio porque había una obra escolar, en lugar de desperdiciar nuestro tiempo en esas “cosas” fuimos al spa con nuestras madres, nos compramos un par de tacones y yo me compre un collar para usarlo en el desfile.
-Esta lista – dijo mi nana colocándome el collar
-¿Cómo me veo? –
-Estás hermosa – dijo mi nana mientras me acariciaba mi cabello
-Gracias nana – dije abrazándola
Baje las gradas y respiré profundo, abrí la puerta principal y vi a Lauren con Stefan.
-¿Y Nicolás? – pregunto Stefan, novio de Lauren y primo mío
-Quedamos de vernos allá – respondí mirando mi celular
Todo el camino pensé en que pasaría esa noche, si no tropezaría con algo, si Nicolás no se aburriría de estar con migo, si estaba linda, si mi peinado estaba bien, si mi maquillaje no estaba muy simple o muy exagerado, cosas por el estilo.
-¿Kim estas bien? – susurro Lauren mientras Stefan salía del auto
-Sí, solo que estoy nerviosa –
-No te preocupes, todo saldrá bien –  dijo Lauren mientras Stefan nos abría las puertas
Mire mi reloj y eran las 9:45 pm, mire hacia los lados y no lo vi por ningún lugar, mientras mis amigas hablaban y yo asentía con la cabeza, trataba de verlo en la multitud.
-Chicas entren por favor – dijo la mamá de la quinceañera
-Fuck – pensé mientras caminaba hasta la recepción
-Lauren no va a venir –
-Tranquila, si va a venir – susurro Lauren tratando de calmarme
Pasaron 10 minutos y Nicolás no tenia señales de vida, los hombres vinieron y comenzaron a formar las filas, me quede apoyada a la pared mientras todas formaban, cerré los ojos y pensé:
-¿Por qué no me vuelvo invisible en este momento? –
-Kimberly, ¿Y tu pareja? – pregunto la mejor amiga de la quinceañera
Levante la mirada y sonreí, respire y respondí:
-Está en camino –
-Ah, porque hay alguien que estaba diciendo que era tu pareja pero no lo dejan entrar, y no creo que él sea tu pareja, es mayor y además no creo que desperdicie su tiempo al estar aquí con vos, además es el novio de Lucia –
Mire a Lauren y vi que ella estaba caminando hacia mí, me jalo del brazo y dijo:
-Kim, no dejan entrar a Nick, acaba de llamarme Stefan diciendo que Nick esta hace más de 15 minutos afuera –
-¿Nicolás Van Der Coff? – pregunto una de ellas
-Qué te importa, en lugar de venir a preguntarle desde un principio preferiste estar callada por envidia, ¿no? –
-Ya chicas, Lauren – dije mientras todas se volcaron
-¿A caso no estás saliendo con él? – pregunto una de mis compañeras
-Si… - respondió ella
-Ahórrate tus mentiras estúpidas – respondió Lauren
-Chicas arruinan  mi noche y me encargo de matarlas una por una  – dijo la quinceañera furiosa
-No hay problema, ¿Lauren me puedes acompañar? –
-Vamos – respondió Lauren
Bajamos las gradas y lo vi hablando con el guardia de seguridad, Lauren se adelanto y le explico la situación al guardia, mientras yo caminaba avergonzada hacia Nick.
-Lo lamento tanto, por un segundo pensé que no vendrías y me olvide de decirles que tenías que entrar –
-No hay problema, decían que no faltaba nadie y yo pensé que ya me habías remplazado –
-¡Fueron esas perras! – exclamo Lauren
-Que importa, ¿Vamos? – pregunto sonriendo
-Vamos – dije y luego me tomo de la mano
-Estás muy hermosa – dijo mientras subíamos las escaleras
-Gracias – respondí mientras sonreía al sentir su mano sobre la mía
El baile salió perfecto, las fotos también, todo esa noche salió como debía salir, aun mejor de lo que había planeado con Lauren. Me divertí como nunca, reí con Nicolás hasta que me dolió la cara, bailamos hasta que nos dolieron los pies, simplemente no pude haber estado con alguien mejor esa noche, el fue la cereza en la punta de mi helado.
Caminamos hasta su vagoneta, el me abrió la puerta como todo un caballero y yo subí sonriendo, luego el entro y nos dirigimos a mi casa. Todo el camino hablábamos sobre todo lo que se nos ocurría, contamos nuestros secretos más profundos como: “Robe un juguete cuando tenía 6 años”, “Le quite un helado al niño del parque”, cosas sin sentido pero cosas que nos conectaban más. Llegamos a mi casa y mi nana abrió la puerta, dimos la vuelta a la fuente y luego apago el motor.
-Y bueno, voy a tener cuidado con mis chocolates –
-¡Tenia 8 años! –
-Pero igual, Willy Wonka – dijo el
-Que gracioso –
-Hace mucho tiempo que no reía tanto, mejor dicho nadie me hace reír como vos… -
-Espero que eso sea bueno, ¿no?  – pregunte
-Deberías estar feliz por sacarme una sonrisa –
Lo mire y sonreí en silencio, suspire y dije:
-Me tengo que ir –
-¿Hablamos? – preguntó
-Llámame mañana – respondí
-Buenas noches – dijo Nicolás
Me acerque a despedirme de él pero me quede mirando sus ojos, el se acerco a mi lentamente, mi corazón comenzó a latir muy rápido pero luego se detuvo a milímetros de mis labios, lo mire nuevamente y el beso mi frente.
-Buenas noches princesa – susurró
-Buenas noches – respondí y le di un beso en su mejilla
Cerré la puerta y camine hasta la puerta con el corazón en la boca, entre a mi casa y me senté, respire profundo y cerré mis ojos recordando ese pequeño instante, luego se me paso por mi cabeza la idea de haberlo besado, abrí los ojos y me di cuenta que mi nana me estaba mirando.
-¿Qué tal nenita?, cuéntame todo – dijo emocionada
-¡Fue increíble nana, fue tan, tan, increíble! –
-Vamos a ponernos cómodas que tus padres salieron y quiero saberlo todo –
-Vamos – respondí
Caminamos abrazadas y nos echamos en el sillón del living room para que yo pudiera contarle todo lo que había pasado con lujos de detalles.
Los días pasaron y con ello comenzamos a construir una relación, salíamos a cenar, íbamos a fiestas, el me invitaba a sus cenas de gala, sus reuniones. Era tan divertido salir todos los días con alguien mayor que yo, mis padres confiaban en mí, en Nick y Andrew sabía que yo salía con Nicolás, pero sabía que éramos solo amigos y en ese entonces solo éramos eso. También había escuchado a Andrew decirle a mi nana que se sentía tranquilo al saber que Nicolás siempre estaba con migo, que el confiaba en él, por otra parte mis notas seguían siendo muy altas, lo cual hizo que mi padre no me cuestione sobre las cosas que estaba haciendo en ese momento. Cada día era una nueva aventura para mi, conocía nuevas personas, ayudaba a Nicolás a decorar su casa, conocía nuevos lugares, me divertía mucho, reía todo el día, y todas las noches, luego de un increíble día él me dejaba a las 11 en punto en mi casa.
Cada despedida se tornaba más incómoda, porque al acercarnos a despedirnos nos quedábamos en silencio a milímetros de distancia… los dos sentíamos esa atracción, esas ganas de darnos un beso, las ganas de estar juntos pero sin embargo ni uno tenía el valor de decir o de hacer algo.
-Buenas noches – susurre dándole un beso en la mejilla
-Dulce sueños princesa – respondió acariciando mi rostro
Cerré la puerta con una sonrisa en el rostro y camine lentamente mientras su auto salía por el garaje, otra vez, de la misma manera, con el mismo “buenas noches” de todos los días.

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